La violencia constituye una de las expresiones de la desigualdad muy presentes en la sociedad dominicana, Todos los espacios en que interactuamos pueden estar permeados por la violencia. Las raíces de este problema social se articulan a la existencia de un sistema de jerarquías sociales que normaliza y naturaliza las prácticas violentas. Contar con profesionales que reconocen las expresiones, manifestaciones y consecuencias de la violencia y son capaces de intervenir de manera efectiva constituye la mejor apuesta por el desarrollo, la democracia, la justicia y el Estado de Derecho en el país.